top of page

Me llamo Javier Prado y ¿estoy en una "secta"?

  • Aug 30, 2024
  • 2 min read

Updated: Aug 31, 2024

Me llamo Javier Prado, y estoy en una "secta". Una secta donde me permiten decir lo que pienso. No soy persona de ideologías, prefiero tener pensamientos propios. Algo que no está bien visto en nuestra sociedad. Resulta peligroso, pues es más difícil manipular a las personas si piensan por sí mismas. En esta secta me dejan ser tal como soy, puedo pensar por mí mismo. Me siento aceptado, incluso querido. Aquí se aprende a tener respeto y amor a los demás, aunque algunos lo hayan olvidado. Me llama la atención oír al lado de la palabra amor, incondicional. El amor siempre es incondicional, no necesita  adjetivos. Lo que es condicional es el interés egótico, algo que constantemente se confunde con amor. El sexo también es muy fácil confundirlo con el amor. Yo lo he hecho casi toda mi vida. Al igual que el dinero, el sexo se puede utilizar para crear o para destruir. Es otra manera de intercambio.


Vivimos en un mundo donde la mentira reina a sus anchas, y nos quieren hacer creer que el blanco es negro, y el negro es blanco. ¿Y el resto de colores? Una dictadura mundial, un mundo repleto de sectas destructivas. “Si no eres de los nuestros estás contra nosotros”; ese es su lema. Política, deportes, religiones, publicidad, colectivos, etc. La sociedad actual es una gran secta. Fomenta la hipocresía, la falta de valores humanos, el miedo, y el odio a todo aquel que no es igual ni piensa como ellos. Los que no opinan igual se les tacha de “negacionistas”, “extrema derecha”, “reaccionarios”, bla,bla,bla… Palabras vacías, que lo único que llenan y alimentan es el odio y la ignorancia.


Llevo 23 años en una secta donde se busca todo lo contrario. En estos tiempos que corren no es empresa fácil. Sin embargo, llevo tantos años porque en mi interior se ha sembrado una semilla de esperanza. Es posible vivir en felicidad, pero no la que nos venden constantemente, no es una artificial de poseer muchas cosas y que nos deja vacíos, es la felicidad del alma, de estar en paz con uno mismo y con los demás, de tener un vínculo con otras personas. Una sensación de protección, con menos miedo, estar acompañado, sentirme querido, escuchado, tenido en cuenta. Las personas se sienten muy solas en este mundo frío y hostil. Por eso sigo aquí, creo que se puede hacer otra cosa, cambiar el paradigma, poco a poco, desde dentro, donde existe el silencio. Estoy cansado de tanto ruido.

Komentarze


bottom of page